Los Atributos de Dios

¿CÓMO ES DIOS?

 

La Biblia, desde sus primeras líneas (Génesis 1:1), nos habla de un ser espiritual único, eterno y soberano: Dios. Aseguramos su existencia y sabemos que es el creador de todo cuanto hay, tanto en la tierra como en el universo. También sabemos que los seres humanos somos su creación especial y que tiene un plan preparado para nosotros desde antes de la fundación del mundo (Mateo 25:34).

Pero, ¿cómo es Dios?, ¿cuál es su carácter?, ¿qué lo distingue de su creación? Son preguntas muy válidas y necesitan respuestas. Por supuesto que estas respuestas las encontramos en la misma Biblia que, por cierto, es la Palabra de Dios revelada a la humanidad (2ª Timoteo 3:16).

 

LOS ATRIBUTOS DE DIOS

Solo podemos conocer y entender la personalidad de Dios, estudiando sus atributos. A continuación un listado con 18 de los atributos de Dios, acompañados de una breve descripción.

 

  • SU INFINIDAD. Dios es infinito (1ª Reyes 8:27). No lo podemos medir ni pesar. Es Dios, todo lo puede y todo lo llena (Salmos 147:4-5). De hecho, este atributo abarca o está ligado a otros atributos de Dios, como los siguientes cuatro:
  • SU ETERNIDAD. Dios es eterno. Esto define la infinidad de Dios en el tiempo (Salmos 90:2). Dios existe desde la eternidad, no tiene principio ni tiene fin. La Biblia no comienza tratando de explicar la existencia de Dios, sino que desde su primera frase afirma que Él existe: “En el principio creó Dios”. Él es el creador de todo lo que vemos y, aún, lo que no vemos, pero a Él nadie lo creo.
  • SU OMNIPRESENCIA. Dios lo llena todo. Esto define la infinidad de Dios en el espacio (Salmos 139:7-12). Sin duda es un atributo extraordinario. Aunque parezca difícil de creer para nuestra mente finita, pero Dios es capaz de estar ayudando a conseguir alimentos a una madre en África, al mismo tiempo que escucha la oración de un joven en El Salvador. Para nosotros la distancia es enorme. Para Dios no lo es.
  • SU OMNISCIENCIA. Dios lo sabe todo. Esto define la infinidad de Dios en conocimiento (Salmos 139:1-6; 147:5). Tal como lo dice el salmista: es muy difícil comprender cómo es que Dios lo conoce todo, incluso lo que aún no ha sucedido, Él ya lo sabe.
  • SU OMNIPOTENCIA. Dios lo puede todo. Esto define la infinidad de Dios en poder (Apocalipsis 15:3). Basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta del poder de Dios. ¿Quién más hubiera sido capaz de crear algo tan grande como una montaña o tan pequeño como una célula?, ¿acaso la mera casualidad o una explosión pudo haber creado un órgano tan complejo y maravilloso como lo es el cerebro humano? Por supuesto que solo puede ser obra Dios y su gran poder.
  • SU SOBERANÍA. La Soberanía de Dios significa que Él actúa como bien le parece. Sus decisiones y acciones no están condicionadas por nada ni por nadie, sólo por Él. Ya que sus atributos de Justicia, Santidad y Misericordia, entre otros, no le permiten hacer lo malo. No porque no pueda, sino porque no están de acuerdo con su personalidad.

Un claro ejemplo de la Soberanía de Dios lo encontramos en el relato bíblico del Diluvio (Génesis 6:13). Dios, en su soberanía, tomó la decisión de acabar con todo ser viviente, debido a que la maldad se había multiplicado en toda la tierra; pero también en su soberanía decidió salvar a Noé y su familia del exterminio casi total que realizó en aquel tiempo. También en su Soberanía controla las acciones de los malvados y hasta del mismo diablo (Job Cap. 1 y2). Hay muchos relatos bíblicos en los que podemos encontrar este atributo de Dios.

  • SU JUSTICIA. Dentro de la Soberanía de Dios podemos ver que Él es Justo y ama la Justicia (Salmos 11:7; 145:17). No podemos tener atributos como la Omnipotencia, Omnipresencia o Eternidad (ya que nosotros sí tenemos un principio, fuimos creados); pero Dios sí espera que tengamos otros, como la Justicia (Colosenses 4:1). Es más, no solo quiere que los tengamos, sino que Él mismo nos los ha dado para que nosotros los desarrollemos y practiquemos. Por medio de Jesucristo nosotros hemos sido justificados  (Romanos 5:19).
  • SU MISERICORDIA. Este atributo con frecuencia es mencionado junto al de Justicia en la Biblia (Salmos 33:5; 103:6,8; 145:17). Esto se debe a que se complementan el uno al otro: sin misericordia la justicia sería implacable y Dios no hubiera enviado a Su Hijo para que comprara la salvación con su sangre para nosotros. En su misericordia, Dios tiene compasión del pecador, pero en su justicia, solo le salva cuando este decide negarse a sí mismo y entregar su vida como ofrenda agradable. Estos dos atributos se muestran en su máxima expresión en la Cruz.
  • SU SANTIDAD. Dios es Santo, y tres veces Santo (Isaías 6:3; Salmos 22:3). Esto quiere decir que Dios no comete pecado: no hay pecado ni maldad en Él, así como tampoco los hubo en su Hijo Jesucristo cuando vino a la tierra tomando un cuerpo mortal (Hebreos 7:26). De esta manera Jesús nos mostró que sí se puede vivir una vida de santidad delante de Dios. Es por eso que Dios nos llama a ser santos (Lev. 20:26; 1ª Pedro 1:15).
  • SU PERFECCIÓN. Dios es perfecto: no se equivoca, no peca, no comete errores. Y también espera que nosotros seamos perfectos. (Mateo 5:48)
  • SU AMOR. Desde mi punto de vista, este atributo es el motivo de todo lo que Dios ha hecho, está haciendo y hará. Dicho en otras palabras, este atributo explica perfectamente la creación del hombre, la elección de Israel, la salida de Egipto, incluso los juicios de Dios. Pero la más grande e inigualable expresión del amor de Dios está demostrada en Su Hijo unigénito y su muerte por los pecadores (Juan 3:16).

Nosotros, los hijos de Dios, somos la muestra de su amor y también debemos manifestarlo y practicarlo. Amor a Dios (Mateo 22:37), a nuestros hermanos (1ª Juan 4:11), incluso a nuestros enemigos (Mateo 5:44)

  • SU UNIDAD. Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres Personas Divinas, Un Solo Dios Verdadero. Jesucristo nos muestra este atributo de Dios en sus palabras y también en su oración al Padre (Juan 10:30; 17:22). De la misma manera en que Dios nos muestra su Unidad, también espera que nosotros seamos unidos. Formamos parte del mismo cuerpo de Cristo (1ª Corintios 10:17), por lo tanto debemos estar siempre en comunión unos con otros y con Dios (1ª Juan 1:3).
  • SU BONDAD. Dios es Bueno (Salmos 73:1), y lo manifiesta para con sus hijos, la bondad de Dios también está presente en la creación y, así como Él es bueno, también espera que nosotros practiquemos la bondad (3ª Juan 1:11).
  • SU INMUTABILIDAD. Dios no cambia (Santiago 1:17). La personalidad de Dios no le permite retractarse, cambiar de opinión o arrepentirse de algo (Números 23:19-20). Dios no cambia en su naturaleza, ni en su carácter ni en su justicia. Dios es el mismo de ayer, hoy y siempre. La inmutabilidad de Dios nos dice que podemos estar seguros de que todo lo que está escrito en su Palabra se cumplirá.
  • SU FIDELIDAD. Dios no falta a su Palabra, Dios cumple su Palabra (Deuteronomio 7:9). Por esa razón Dios es digno de nuestra fe y confianza, ya que Él siempre es fiel a su Palabra cumpliendo sus promesas, pero también sus amenazas. Como ya vimos, Dios es inmutable, así que no se puede retractar. Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos (1ª Juan 1:9)

La fidelidad es, o debería ser, una característica del creyente (1ª Cor. 4:1-2). Por supuesto que lo podemos hacer, pero con la ayuda de Dios, y Él nos premiará (Apocalipsis 2:10)

  • SU SABIDURÍA. La sabiduría de Dios está ligada a su Omnisciencia: Él lo conoce todo, lo sabe todo. Conoce nuestros más íntimos secretos, nuestros pensamientos (Salmos 94:11). También Jesucristo utilizó este atributo cuando estuvo en la tierra (Mateo 12:25).
  • SU INVISIBILIDAD. A Dios nadie lo ha visto jamás (1ª Juan 4:12), lo hemos conocido a través de su Palabra y de su Hijo Jesucristo (Juan 1:18). Dios es Espíritu, por lo tanto no se puede ver.
  • SU ESPIRITUALIDAD. Dios es Espíritu (Juan 4:24). Este atributo respalda al anterior. Dios no tiene cuerpo, aunque en la Biblia se usan los antropomorfismos: una figura literaria que le atribuye características humanas a Dios (Éxodo 33:20, 23; Isaías 49:16), eso no significa que Dios tiene rostro, manos, espalda, etc.

Ya que Dios es espíritu y es omnipresente, Él está en todo lugar. No lo podemos ver con nuestros ojos, ni tocar con nuestras manos, pero podemos sentir Su grata presencia, sabemos que Él siempre está con nosotros y en nosotros por el Espíritu Santo que habita en nuestros corazones. Y aunque no podamos ver a Dios, sí podemos apreciar su poder, su amor y su dedicación en cada una de las cosas que forman parte de la creación.

Por: Mateo Nochez.

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