Las Resurrecciones en la Biblia

¿QUÉ ES LA RESURRECCIÓN?

El término «resurrección» (levantarse, alzarse, resurgir, renacer) hace referencia a la acción de resucitar, de dar nuevo ser o nueva vida.

Entendida en las Sagradas Escrituras primero como rescate del seol, en algunos casos como retorno a la vida anterior, y luego como continuidad en la vida eterna que solo puede ser dada por Dios.

La resurrección de Jesucristo conlleva por extensión la resurrección de sus seguidores, es decir la iglesia (el cuerpo de Cristo). Este punto, debatido desde la iglesia primitiva hasta nuestros días, es -sin dudas- el centro de la fe cristiana, tal como lo expresó tajantemente el Apóstol Pablo a la iglesia de Corinto, renuente a creer en la resurrección de los muertos: «Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.» (I Corintios 15:14).

 

RESURRECCIONES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Dios tiene dominio sobre la vida y la muerte (I Samuel 2:6). Desde el principio Él decide quien vive y quien muere (Génesis 4:15). Pero también como dueño de la creación tiene poder para devolver la vida a personas que están muertas. En el Antiguo Testamento podemos encontrar 3 ejemplos de este tipo de resurrección:

·         La resurrección del hijo de la viuda de Sarepta (I Reyes 17:17-23)

·         La resurrección del hijo de la sunamita (II Reyes 4: 31-37)

·         Un cadáver que fue arrojado en la tumba de Eliseo volvió a la vida al tocar los huesos del profeta (II Reyes 13: 20-21)

Hay que aclarar que este tipo de resurrección no es para vida eterna, sino para volver al estado anterior de vida física en un cuerpo mortal que, finalmente, volverá a morir.

 

RESURRECCIONES REALIZADAS POR JESUCRISTO

En el Nuevo Testamento vemos a Jesucristo realizando infinidad de milagros, entre los cuales encontramos tres resurrecciones:

  • Su amigo Lázaro (Juan 11:38-44). Quien ya llevaba cuatro días de estar muerto y estaba sepultado en una cueva. (Esta resurrección también está registrada en el Corán).
  • El hijo de la viuda de la ciudad de Naín (Lucas 7:11-17). Jesús se compadeció de la viuda al verla llorar, tocó el féretro en el que llevaban al muchacho y le ordenó que se levantara.

Hasta este punto hay 6 resurrecciones individuales y materiales, es decir, seis personas que después de haber muerto fueron vueltas a la vida por el poder de Dios, para retomar sus cuerpos mortales. Estas resurrecciones representan el anuncio de una resurrección muy diferente: la de Jesús mismo.

Pero tres días antes de que Jesús resucitara, sucedió un hecho particular:

 

LA RESURRECCIÓN DE LOS SANTOS EN MATEO 27

“Más Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos”. (Mateo 27: 50-53)

Eso es todo. No hay más referencias ni explicaciones de esta resurrección colectiva. No puedo aventurarme a decir si estos “santos” fueron resucitados solo físicamente o para vida eterna. Pero sí hay un punto notable que es preciso mencionar: según el texto de Mateo, la resurrección sucedió al momento de la muerte de Jesús, pero salieron de sus sepulcros “después de la resurrección de él”. Esto parece indicar que pudieron haber resucitado para vida eterna y, por esa razón, salieron hasta después de que Jesús resucitara. De esta manera se mantiene íntegra la declaración de que Cristo es la primicia, el primer resucitado de entre los muertos en un cuerpo glorioso que no volverá a ser destruido. En contraste con las otras personas resucitadas que hemos mencionado, como en el caso de Lázaro, que indudablemente volvió a morir y volvió a ser sepultado, Cristo resucitó para no volver jamás a un sepulcro.

  

Posteriormente se registran dos resurrecciones más:

·         La resurrección de Dorcas (Hechos 9:36-42)

·         La resurrección del Eutico (Hechos 20:7-12)

 

RESURRECCIÓN PARA VIDA ETERNA

Aunque al referirnos a la resurrección que experimentaran los muertos en Cristo y los santos del Antiguo Testamento la llamamos “Primera Resurrección”, no acontecerá en un hecho aislado, sino en diferentes momentos dentro del desarrollo del plan de Dios para el mundo:

 

A.     LA RESURRECCION DE LA IGLESIA

Este acontecimiento tendrá lugar justo antes del inicio de la Tribulación y vendrá acompañado del rapto o arrebatamiento de la iglesia. Según 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:51-58, tanto los santos resucitados como los trasladados recibirán cuerpos de resurrección similares al cuerpo resucitado de Cristo (1 Juan 3:2). La resurrección de la iglesia es la primera resurrección en gran escala y es precursora de las demás.

 

B.      LA RESURRECCION DE LOS SANTOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Aunque el Antiguo Testamento constantemente supone la doctrina de la resurrección, como se afirma en Job 19:25-26, no es un tema de profecías extensas. Sin embargo, las referencias que se encuentran en las Escrituras parecen poner la resurrección de los santos del Antiguo Testamento en el tiempo de la segunda venida de Cristo a la tierra y no en el de su venida por sus santos en el arrebatamiento.

Daniel 12 describe la Gran Tribulación en el versículo 1 y la resurrección en el versículo 2 como un suceso inmediatamente posterior. En este caso, se entiende claramente que los santos del Antiguo Testamento no son resucitados en el arrebatamiento, sino en el tiempo del establecimiento del reino milenial. La misma implicación se aprecia en el pasaje de Job, donde la resurrección está conectada con el tiempo en que el Redentor está en pie sobre la tierra.

También es significativo que la frase particular de «los muertos en Cristo» sea usada para describir a los que son resucitados en el arrebatamiento (1 Ts. 4:16). La expresión «en Cristo» describe la posición actual de los creyentes en Cristo debido al bautismo del Espíritu, que ocurrió por primera vez en Hechos 2 y que no aparece en relación con los santos del Antiguo Testamento.

Aunque hay muchos intérpretes que incluyen la resurrección de los santos del Antiguo Testamento con el arrebatamiento, el peso de la evidencia parece relacionarla con la segunda venida de Cristo a la tierra. En cualquier caso, todos los santos del Antiguo Testamento y los de la iglesia serán resucitados antes del milenio.

 

C.      LA RESURRECCION DE LOS SANTOS DE LA TRIBULACION

En Apocalipsis se hace mención especial de los que murieron como mártires de la tribulación, diciendo que serán resucitados en conexión con la segunda venida de Cristo para establecer el reino milenial. Juan escribe que vio «las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años» (Apocalipsis 20:4). Esta afirmación es explícita en el sentido de que los mártires de la tribulación serán resucitados cuando Cristo venga a establecer su reino. Apocalipsis 20:5 declara: «Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección». Surge, naturalmente, la pregunta de cómo puede ser ésta la primera resurrección de los santos del Antiguo Testamento.

La respuesta es que la expresión «primera resurrección» se refiere a todas las resurrecciones de los justos aun cuando se encuentren ampliamente separadas por el tiempo. Todas ellas son  la primera, esto es, antes de la resurrección final de los impíos. Consecuentemente, la expresión «primera resurrección» se aplica a todas las resurrecciones de los santos sin consideración de cuándo ocurrirán, incluyendo la resurrección misma de Cristo.

 

Y, ¿LOS SANTOS DEL MILENIO?

La Biblia no habla de otra resurrección de “buenos” después del milenio, pero consideré oportuno incluir esta postura que encontré en mi estudio:

Ningún pasaje en las Escrituras habla de la resurrección de los santos del milenio, y algunos creen que los santos que entren en el milenio no morirán. Por supuesto, las Escrituras guardan silencio acerca de este tema y la verdad podrá ser revelada después de la venida de Cristo para establecer su reino.

Sin embargo, cabe suponer que algunos santos que sobrevivirán a la tribulación ya serán de edad avanzada, y en cualquier caso es dudoso si alguien sobrevivirá durante todo el reinado de mil años. Ni Adán ni los cristianos primitivos lograron vivir mil años.

Según Isaías 65:20, «No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito»Esta afirmación, por otra parte, indica que la vida será prolongada mucho tiempo, esto quiere decir que a la edad de 100 años una persona será todavía joven. En el milenio, los creyentes que sean viejos cumplirán sus años, con lo que se quiere decir que alcanzarán una edad muy avanzada. En contraste, la persona que muera de 100 años será porque es pecador, y la muerte le vendrá como un juicio.

Existe la posibilidad de que en el milenio habrá santos que morirán y que serán resucitados al final del reino milenial. Sin embargo, esta doctrina no está fundada sobre un pasaje específico de las Escrituras, pero para muchos es la mejor explicación a esta interrogante. Al mismo tiempo que sean resucitados los santos del milenio serán arrebatados los santos que estén vivos, esto es, serán llevados de la tierra sin morir, del mismo modo que la iglesia cuando fue arrebatada. Esto será en preparación para la destrucción de la tierra y los cielos que ahora son.

 

FINALMENTE, LA RESURRECCION DE LOS IMPIOS

La resurrección final está relacionada solamente con los impíos. Según Apocalipsis 20:11-15, en conexión con el juicio del gran trono blanco, todos los muertos que no hayan resucitado antes serán resucitados y comparecerán ante Dios para ser juzgados. Esta es la “Segunda Resurrección” o resurrección final antes de la creación del cielo nuevo y la tierra nueva. 

 

EN CONCLUSIÓN

Resumiendo, las Escrituras claramente enseñan que todos los hombres resucitarán. Como lo resume Daniel: «Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua» (12:2). Aunque los hombres mueren, todos resucitarán, pero las resurrecciones no serán las mismas. La resurrección de vida es una gloriosa resurrección en que los cuerpos de los creyentes serán conformados al cuerpo de resurrección de Cristo.

Sin embargo, la resurrección de condenación es un acontecimiento terrible. Los hombres recibirán cuerpos que les durarán para siempre, pero cuerpos que son pecaminosos y sujetos al dolor y el sufrimiento. Al igual que el diablo y sus ángeles, existirán (y sufrirán) para siempre en el lago de fuego.

Este hecho conmovedor resulta en una gran responsabilidad para todos los cristianos en el mundo entero. Es nuestro deber transmitir el mensaje de salvación a cada ser humano a fin de que la mayor cantidad posible de personas pueda gozar el precioso regalo de salvación que Cristo les ofrece y, de esta manera, sean arrebatadas del fuego eterno (Jud. 23) y sean liberadas de la ira de Dios que ciertamente vendrá sobre los impíos.

Aunque la última generación de la iglesia será arrebatada sin morir, para la gran mayoría de cristianos, la doctrina de la resurrección es la base de nuestra esperanza.

 

Por: Mateo Nochez

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