La Veracidad de la Biblia

¿QUÉ ES LA BIBLIA?

Si hablamos de números, la Biblia es una recopilación de 66 libros, escritos por al menos 40 personas en un período de 1,500 años. Es el libro más reproducido y más vendido del planeta y su lectura ha cambiado las vidas de millones de personas en todo el mundo.

Si hablamos de esencia, la Biblia es la Palabra de Dios. (2 Timoteo 3:16). Escrita para la Gloria de Dios y para testimonio de Su Poder y Su Amor. En ella encontramos la verdadera historia de la humanidad, el origen de todo lo que existe, la elección de Israel, el origen del pecado y el plan de salvación que Dios preparó desde la eternidad por medio de Jesucristo, el Dios Hijo.

 

PERO, ¿ES VERÁZ LA BIBLIA?

Son muchas las personas que afirman que la Biblia es como cualquier otro libro de religión, que no necesariamente es real lo que en ella está escrito y que no hay fundamentos (aparte de la fe) para creer que la Biblia es la Palabra de Dios.

Por supuesto que los cristianos no aceptamos tales declaraciones. La Biblia se respalda a sí misma (Salmos 119:160).

Los libros de otras religiones han sido escritos en un período de tiempo relativamente corto y por lo general han tenido un solo autor. Pero la Biblia es diferente:

1-      Más de 40 autores contribuyeron a la Biblia. Los hombres que escribieron la Biblia fueron inspirados por Dios. En todas las partes de la Biblia encontramos el código moral más perfecto alguna vez puesto. ¿Vendría esto de simples hombres religiosos o locos?

2-      La Biblia fue escrita por un período de 1,500 años. Y, sin embargo, todo lo que la Biblia dice encaja perfectamente. Definitivamente no puede estar llena de casualidades. Pocos, si acaso alguno de estos hombres vivió al mismo tiempo el uno con el otro. De hecho, cuando estos hombres escribían ellos no podían haber tenido ninguna idea de que sus escritos iban a estar recopilados en lo que hoy es la Biblia. En ninguna parte en la Biblia hay pruebas de que sus escritores mentían o arreglaban la información para guardar correlación con acontecimientos ordinarios que, en muchas ocasiones, iban a suceder cientos de años después de haber sido escritos.

3-      Aunque la Biblia fuera escrita por 40 hombres diferentes por el período de 1500 años, la Biblia tiene un mensaje central: el deseo de Dios y plan de salvar a los hombres de sus pecados.

¿Cómo pasó todo esto? Hay sólo una respuesta razonable: Dios reveló a estos escritores en tiempos diferentes lo que Él quiso comunicarnos a todos los que hemos tenido el privilegio de obtener una Biblia.

“porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21)

De esta manera podemos ver claramente que el origen de la Biblia es Dios y no de los hombres. Dios usó la personalidad de cada escritor, su cultura, su manera de entender lo que estaba escribiendo, pero el mensaje no cambió para nada.

 

EXACTITUD HISTÓRICA Y CIENTÍFICA DE LA BIBLIA

Exactitud Histórica: Ningún descubrimiento arqueológico ha demostrado alguna vez que la Biblia esté equivocada. De hecho, la Biblia ha conducido y sigue conduciendo a arqueólogos a descubrimientos asombrosos que, a la vez, demuestra la veracidad de la Biblia. ¿Cómo?

Pues algunas conclusiones o descubrimientos arqueológicos ayudan a:

·         Confirmar cuentas o fechas en la Biblia,

·         Proporcionar información de antecedentes en personajes o lugares nombrados en la Biblia.

Por ejemplo, las ruinas de los establos del Rey Salomón y ciudades que él había construido han sido descubiertas. Estos hallazgos ayudan a confirmar que la riqueza del Rey Salomón era enorme (como lo describe la Biblia).

También la arqueología ha revelado mucho sobre Ur, la ciudad natal de Abraham. Esto también pone de manifiesto la fe de Abraham al dejar una ciudad tan avanzada para ir a una tierra desconocida.

 

Exactitud Científica:

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras”.  (Salmos 19:1-4)

Muchos principios de la ciencia moderna fueron registrados como hechos de la naturaleza en la Biblia cientos o miles de años antes de que la ciencia los demostrara o los descubriera:

·         La tierra es redonda (Isaías 40:22)

·         Circulación en la atmósfera (Eclesiastés 1:6)

·         La importancia de la sangre en el procesos de vida (Levítico 17:11)

·         La tierra tiene un campo gravitacional (Job 26:7)

Aunque estas verdades científicas no están escritas en la Biblia con el lenguaje técnico que tenemos hoy, todas estas declaraciones están en completo acuerdo con la ciencia.

 

LAS PROFECÍAS CUMPLIDAS LA RESPALDAN

“El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió” (Jeremías 28:9)

Las profecías son un fuerte argumento para respaldar la veracidad de las Escrituras.

Una profecía es un mensaje de Dios. Muchas veces es una predicción de algo que sucederá en el futuro. El Antiguo Testamento está lleno de profecías y una buena cantidad ya se ha cumplido. De hecho, más de 300 profecías se cumplieron en la primera venida de Cristo a la tierra.

En el Antiguo Testamento Dios eligió gente (Moisés, Elías, Isaías, Jeremías, Daniel, etc.) para ser sus mensajeros.

Vamos a ver algunas profecías específicas sobre el Mesías: la promesa de su llegada, como sería reconocido, su nacimiento muerte y resurrección.

 

Profecía Sobre La Venida Del Mesías: (Mal. 3:1) Nota: Este verso dice que el Mesías vendrá mientras el templo todavía está de pie. ¡Es interesante notar que el templo del que este verso habla fue destruido en 70 D.C y no ha sido todavía reconstruido! ¡¡Entonces el Mesías tuvo que venir antes de 70 D.C!!

Cumplimiento De Esta Profecía: (Lucas 2:21-32)

 

Profecía De Como El Mesías Sería Reconocido: (Isaías 61:1)

Cumplimiento De Esta Profecía: (Marcos 1:10-11 y Lucas 7:22)

 

Profecía Sobre El Nacimiento Del Mesías: (Isaías 7:14 y Miqueas 5:2) Nota: Este verso elimina todos los lugares posibles en el mundo donde el Mesías podía nacer.

Cumplimiento de Estas Profecías: (Lucas 2:1-7) Y fue precisamente en Belén.

 

Profecía Que Jesús no se Defendería en su Juicio: (Isaías 53:7)

Cumplimiento De Esta Profecía: (Mateo 27:12-14)

 

 

Profecía De La Manera en que iba a Morir el Mesías: (Isaías 53:5) Nota: El método de la crucifixión fue inventado unos 650 años después de que Isaías escribiera esta profecía.

Cumplimiento De Esta Profecía: (Mateo 27:26)

 

Profecía De La Resurrección Del Mesías: (Isaías 53:11)

Cumplimiento De Esta Profecía: (Mateo 28:1-7)

 

LOS ROLLOS DEL MAR ROJO

Además del respaldo arqueológico que ya mencionamos anteriormente, es preciso hacer mención de un descubrimiento realizado en 1947:

Históricamente sabemos que una comunidad de Judíos vivió en un lugar llamado Qumrán entre 150 A.C. a 70 D.C. Un grupo de hombres en esta comunidad pasó su tiempo estudiando y copiando las Escrituras.

Cuando se hizo aparente que los Romanos iban a invadir Israel, ellos pusieron los pergaminos en jarras de barro y los escondieron en cuevas en un valle cerca del Mar Rojo para conservarlos.

En 1947, estos pergaminos fueron encontrados y se hicieron conocidos como los Pergaminos del Mar Muerto.

Al comparar estos Pergaminos del Mar Muerto con el texto masorético (la copia completa conocida más temprana de la Escritura antes que los Pergaminos del Mar Muerto) se puede ver que son casi idénticas y que las pequeñas diferencias que fueron encontradas, no cambian la esencia ni el significado del mensaje.

 

LA PRUEBA DE LOS TESTIGOS OCULARES

Una prueba más que puede ser usada para garantizar la veracidad de la Biblia, consiste en lo que los testigos oculares dicen sobre lo que fue escrito:

“Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”. (Lucas 1:1-4).

“Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”. (2 Pedro 1:16).

Los relatos acerca de Jesucristo en el Nuevo Testamento estaban siendo transmitidos entre las mismas personas que vivieron durante la época del ministerio de Jesús. Aquella gente podía confirmar o negar la exactitud de los relatos que fueron escritos sobre Jesús. Y, obviamente, no los negaron.

 

TRADUCCIONES Y VERSIONES DE LA BIBLIA

La Biblia  fue inspirada por Dios y, por lo tanto, no hay error ni mentira en sus textos originales: hebreo, arameo y griego. Lamentablemente no podemos decir lo mismo de las diferentes versiones y traducciones que se han realizado de la misma. No podemos negar que las traducciones a los diferentes idiomas y lenguas han sido realizadas por seres humanos y que cada uno de ellos ha tomado su propio criterio para “trasladar” el mensaje de su texto original al español, por ejemplo.

Con respecto a las versiones de la Biblia, hay una gran variedad. La intensión de la mayoría de estas versiones es presentar el mensaje en un lenguaje más fácil de entender para el lector; pero al hacer esto, muchas veces el mensaje pierde su esencia y el sentido que originalmente tiene.

 

CONCLUSIÓN

La Biblia es la Palabra de Dios, inspirada por Dios y escrita para la gloria de Dios. Sus relatos son veraces y lo podemos confirmar con la ciencia, la arqueología, la historia, las profecías cumplidas y el testimonio de los contemporáneos de Jesucristo y los Apóstoles.

No puede haber error en los textos originales, ya que fueron escritos por hombres de Dios guiados por el Espíritu Santo.

Hay errores de traducción y de interpretación, ya que las diferentes versiones y traducciones no han sido inspiradas. Pero no podemos negar que si no fuera por el trabajo de esas personas que se dedicaron a traducir las Escrituras, no tendríamos este maravilloso libro en nuestro propio idioma. Sin duda es un trabajo digno de reconocer, apreciar y saber aprovechar para nuestro creciente acercamiento a Dios.

Por: Mateo Nochez

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